30 de julio de 2007

Fiebre de consumo


"Esos chicos y chicas dan por supuesto que los “parques sólo para disfrutar” son eso: lugares en los que si quieres sentarte, tienes que consumir y pagar. No había, lo comprobé exhaustivamente, ni un solo banco público libre y gratuito para sentarse."

Crónica callejera
Fiebre de consumo - por Pedro Prieto

El otro día fui a un lugar a ver una película. Me encontré con un sitio que describiré a continuación. Daré algunos nombres de marcas, los menos posibles, pero no con la intención de hacer propaganda, ni tampoco con la de hacer una crítica particular concreta, aunque comente alguna de ellas. Esta crítica es al sistema.

Lugar: Majadahonda, Madrid. Sitio Park Equinoccio. Empezamos bien. El gigantesco título dice, en inglés, “Park”, aunque estamos en un lugar de España. Como se idiomas, me dije: así que esto es un parque ¿no? Pues veamos que tiene este parque. Había un título grande a la entrada, junto con personajes de dibujos animados estadounidenses muy conocidos, que éste si, prometía en español: “Sólo para disfrutar”. Y me llevé la primera alegría. Pasé dentro. Lo que vi me obligó a restregarme los ojos. Me tomé la molestia de listar los lugares que completaban ese “parque sólo para disfrutar” Son los siguientes:

- Tienda de Coronel Tapioca (ropas y accesorios para exploradores exóticos, y actividades al aire libre. Cara, por la marca)
- Tienda de collares.
- Tienda de jabones exóticos, de colores, olores y formas caprichosas.
- Foster’s Hollywood. Todo en inglés en los escaparates.
- Patatin Company. Estos empezaron bien y acabaron en inglés, o sea, mal.
- Restaurante – Pizzeria
- Pizza Queen
- Tienda de golosinas
- Tienda de helados
- Tienda de chocolates
- Salón de videojuegos enorme. Con multitud de máquinas en las que uno podía matar doscientos soldados enemigos por minuto.
- Flanaghan’s Irish Tabern. Estos mal, desde el principio al final (en el cartel, quiero decir, claro, sin prejuzgar los productos y servicios del interior).
- Cervercería. ¡Aleluya, algo en español!
- Panchos, Frankfurt, Batwurst. El ultimo, suena a regüeldo de repollo fermentado.
- Häagen Daz. Helados de postín.
- Bar & Grill The House of Steacks .La y del churrito ingles, era uno de los símbolos dominantes del parque.
- Jamaica Coffee Shop. ¡Mira que me caen bien los jamaicanos y lo mal que me cae que digan las cosas en inglés en España!
- Cantina Mariachi. Gracias a Dios éste parece que está en español, aunque es mejicano.
- Restaurante-cervecería. Y van dos que entiendo.
- VIPS, Ginos, pasta & pizza. Lo dicho, lo del rabito, copulativa conjunción que me trae por la calle de la amargura. Y luego, un sitio que, y oque se idiomas, creo que significa Very Important Persons, aunque no estaba lleno de filósofos o matemáticos o gentes de renombre, sino lleno de gente de lo más vulgar.
- Burguer King. El rey de las imposiciones gástricas, ideológicas y culturales. Por el bajo vientre hacia Dios.
- Ilusiones. No recuerdo de qué era. No debió hacerme mucha ilusión.
- Telefónica Movistar. Esta sí me suena. La primera, claro; la segunda ya no tanto. Me suena a gasolina de alto octanaje en circuito cerrado, a pilotos de diversas fórmulas, convertidos en hombres anuncio y a teléfonos portátiles, ahora llamados móviles (como si se pudiesen mover por sí mismos)
- Gossua Pintxos y sidra. La jibamos, tía Manuela. Para un vasco que viene y puede poner un bonito apellido vasco, luego la “kaga” poniendo “kas” al castellano o español para hacerlo parecer más vasco.
- Cervecería-restaurante. ¡Y van tres!
- Tienda de mobiliario. Vendían, como todos (no es delito querer vender) pero al lado de los demás, parecían un tanatorio.
- Tienda de moda. Nada que comentar.
- Gallery House. Ambients. Muy mal “ambient”
- Perfumería de lujo (no recuerdo si había perfumerías básicas o elementales)
- Surf Shops. Pues no había tablas de “surfing” en contra de lo que pudiera parecer.
- Tienda de zapatos y bolsos.
- United Colors of Benetton. Estos son italianos, creo, pero venden en inglés, con anuncios de caras de negritos, chinos o amarillos, rojizos y blanquitos lechosos, todos juntos como en “we are the world”, que nos recuerdan a las huchas del Domund
- Tienda de lámparas. Me llamó la atención que no tenía nombre. Le debe quedar poco a este propietario. Morirá por falta de marca.
- Tienda de muebles. Completaba el panorama funerario con la anterior.
- Marina D’or. Venta de apartamentos playeros en Oropesa. Supongo que quiere decir marina de oro en valenciano, pero no estoy seguro.
- Tienda de cuadros.
- 20 cines, en los que se exponía un 90% de películas hechas en EE.UU.

sigue en...
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